Como la gran mayoría de los pisos en Valencia, esta vivienda tenía mucho pasillo y tabiquería de mala calidad. Decidimos empezar eliminando los falsos techos, pavimentos y tabiques interiores. Además, es lo recomendable para estos pisos centenarios, pues al final siempre se tiene que reforzar el suelo y controlar la estructura.
El resultado en un apartamento de 80m2 con un salón-comedor-cocina, un dormitorios, un despacho, un baño y un aseo de cortesía. La estancia principal es un cálido y acogedor salón, con una gran cantidad de luz natural gracias a las ventanas balconeras cuyos marcos son de una hoja, sin divisiones. La vista se desvía directamente a la pared de ladrillo visto y posteriormente a las viguetas de madera restauradas. Para tener la máxima altura en esta zona, dejamos el forjado visto.
estructura vista
calidez y confort
restauración de puertas