Se trata de una planta baja de tipologia protegida en un edificio centenario en el barrio marinero del Cabanyal. 

El estado inicial parecía carecer de valor alguno, aunque Iván, el propietario, vio rapidamente el potencial de esta planta baja abandonada. Tras una puerta de garaje aparecía un ambiente oscuro y repleto de humedades tanto en techo, como en paredes y suelo.

Nuestro objetivo fue dotar a esta vivienda de generosidad de espacio, luz y confort. La estructura de la vivienda entre medianeras con 4 crujías nos ha modulado las diferentes estancias en un recorrido abierto y lineal que nos acompaña hasta la luz, el aire y el cielo del patio. 

Se accede a la vivienda a través de una puerta de mobila antigua, recuperada, típica de la zona. Con esta puerta y la ventana de iroko rescatamos los huecos de la fachada original. Tras ella el salón donde tratamos la humedad y recuperamos parte del ladrillo original. Aprovechamos la zona bajo escalera para acomodar un armario-lavandería.

A continuación y sin barreras nos encontramos con la cocina-comedor donde hemos incorporado un toque de color verde que juega con muebles blancos y madera. Posteriormente el elemento semipermeable armario-puerta que dota de privacidad al dormitorio a la vez que deja pasar la luz por su parte superior.

Nuestra parte favorita es el baño al que asignamos un caracter noble y abierto que ejerce de charnela entre dormitorio y patio. El gran ventanal del patio inunda de luz al baño y dormitorio.

El patio, como sorpresa final es un espacio que no se intuye desde la calle y nos permite la tan ansiada ventilación cruzada.

Para tratar el remonte capilar realizamos una solera ventilada y acabados de muros con un enfoscado natural deshumidificante a base de cal. Se recuperan los techos altos con vigas y viguetas de mobila y revoltón. Los suelos son de madera tanto en el interior (roble) como en el exterior (ipe) y contrastan con zonas  de gres que asemejan las históricas baldosas hidráulicas.

Hemos dedicado especial atención al proyecto de iluminación tanto natural como artificial. Para la luz artificial se han elegido luminarias que caracterizan cada espacio y a la par dialogan y crean ritmos con el resto de lamparas.

Gracias a Iván por depositar toda su confianza en nosotros y poder soñar juntos.

Cedric Bastin

arquitecto

Ana Montero

fotografía

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