Cómo adaptar tu casa al teletrabajo
El teletrabajo se impone. La pandemia provocada por la COVID 19 ha supuesto el espaldarazo definitivo a este tipo de rutina en la que la persona cuenta con su oficina en el hogar, pudiendo compatibilizar su salud o familia con la realización de una jornada de trabajo.
Una realidad que, si hasta ahora se desarrollaba en tierra de nadie y casi de manera improvisada, ahora se materializa en una legislación que la regula, en unas medidas de protección para el trabajador y en una opción real para las familias de España.
En OSB sabemos que esta nueva situación afectará a las viviendas en lo que a distribución espacial se refiere, de ahí que muchos de nuestros proyectos de reforma ya incluyan la necesidad de contar con esta nueva necesidad. Sin embargo, sabemos que todavía hay muchas personas que no saben que estos espacios tienen que contar con una serie de elementos y particularidades que faciliten el trabajo. De ahí que hayamos redactado este artículo en el que queremos explicar cómo se puede adaptar el espacio doméstico al teletrabajo.
Adaptar el espacio doméstico al teletrabajo
Convertir nuestra vivienda en nuestro nuevo espacio de trabajo no es algo que se deba improvisar. Y es que necesitamos contar con unas condiciones concretas que faciliten la concentración, que generen sensación de bienestar y que nos aíslen del exterior lo suficientemente. Y es que todo lo que se desvíe de esta realidad nos provocará agotamiento mental, sensación de estar desbordados y posiblemente carga mental.
Así pues, si optamos por el teletrabajo, lo primero que debemos hacer es adaptar nuestra vivienda a esta nueva necesidad. Y hacerlo con todo el cuidado y cariño que requiere.
Lo primero que debemos preguntarnos es dónde deberíamos teletrabajar. Tenemos que escoger una zona de la casa que nos permita crear un ambiente tranquilo, silencioso, que esté bien ventilado e iluminado, que esté al alcance de la wifi (si la necesitamos para trabajar) y donde podamos atender videollamadas o acudir a reuniones sin problema alguno.
En este sentido, es importante que escojas una estancia con una buena ventana que facilite entrada de luz natural durante todo el año, y que puedas abrir para ventilar durante el tiempo de calor. En caso de que no sea posible, busca alternativas para poder instalar claraboyas, ojos de buey o eliminar tabiques en caso de que sea necesario. Si preguntas a profesionales de la reforma, seguramente te orientarán en este sentido.
Es importante que las paredes de la estancia tengan un color apropiado, que te ayuden a estar a gusto. Tonalidades suaves, sin estridencias, que te ayuden a estar relajado y faciliten la concentración. Nada mejor que los colores pastel o los blancos para conseguir este efecto en las personas.
Otra pregunta básica para definir nuestro espacio de teletrabajo es qué materiales tendría que tener el espacio de trabajo. La respuesta irá acorde con el tipo de actividad que desarrollemos. Y es que no es lo mismo que desarrollemos una labor de oficina a que diseñemos ropa o impartamos clases en un centro educativo. Cada una de las profesiones conlleva unas necesidades y a ellas tenemos que ajustarnos. En este sentido, contar con todo lo que podamos necesitar y tenerlo a mano, es imprescindible. Pero, cuidado, no se trata de meter elementos a lo loco. Debe ser un espacio que te permita el movimiento. De ahí que sea interesante contar con soluciones polivalentes, que permitan por ejemplo almacenamiento y se conviertan en mesas o sillas llegado el caso. Pregunta y busca entre los expertos en reformas para encontrar novedades en este sentido. Recuerda que en estos casos la filosofía minimalista del menos es más siempre funciona.
Así pues, si quieres adaptar el espacio doméstico al teletrabajo, sigue estas pautas y verás cómo mejora tu rendimiento y sensación de bienestar. Y, en caso de que tengas que llevar a cabo alguna reforma para adaptar tu vivienda a la nueva realidad laboral, no dudes en ponerte en contacto con nosotros y te ayudaremos a conseguirlo de la mejor manera posible.