Esta casa de verano ubicada cerca de Valencia es un proyecto muy especial, ya que se hizo para y con la familia.

Cuenta con una planta baja diáfana donde encontramos el salón-comedor y la cocina; y en la primera planta encontramos la zona de noche, donde se ubican los dormitorios.

La casa es una mezcla entre rústico y moderno. El suelo de barro manual cocido da calidez al volumen compuesto de carpintería y pintura blanca. El cambio de ventanas por nuevas de PVC incrementa considerablemente el aislamiento del hogar; la estufa tipo salamandra es la única fuente de calor para toda la casa.

La cocina es el punto moderno; los modelos están lacados en blanco, al igual que las puertas y el rodapié. La bancada es de Compaq absolut blanc y la mayoría de electrodomésticos son integrados. Por otro lado, en uno de los baños se ha reutilizado azulejos antiguos con otros nuevos de color blanco y del mismo formato.

También se aprovechó el máximo de espacio en uno de los dormitorios creando una cama elevada con un armario bajo, de 90cm de profundidad.

El el exterior podemos encontrar dos terrazas que se pueden utilizar todo el año gracias al porche, que protege del sol en verano y en invierno deja pasar los rayos de sol.

Se abrieron agujeros en el suelo original con el objetivo de plantar árboles y arbustos sin necesisdad de hacer bordillo. Hay un baúl que también tiene la función de banco, y la puerta de entrada es la original. Otro elemento característico es el paellero, de ladrillo refractario; justo al lado tenemos algunas especias plantadas útiles para cocinar.

Cedric Bastin

arquitecto

David Zarzoso

fotografía

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