Esta planta baja ubicada en el Cabanyal era una autentica ruina que nadie quería, cosa comprensible porque tenía muchos problemas de humedad. 

La idea inicial era alquilarlo a estudiantes. El barrio es cercano a la UPV, la Lanzadera y la playa, requisitos que buscan la mayoría de los estudiantes extranjeros. Actualmente, el propietario explota el bajo como apartamento turístico. 

Las bases del proyecto fueron:

  1. aprovechar el espacio: en 47m2 útiles de superficie tenemos dos dormitorios dobles, un baño y cocina abierta al salón-comedor. Ademas de dos altillos y dos pequeños patios. 
  2. uso de materiales resistentes: el suelo es de hormigón pulido, todo el mobiliario esta hecho de tablero estratificado blanco, no se han enlucido paredes y el baño esta totalmente alicatado. 
  3. soluciones económicas: ladrillo visto, hormigón pulido, armarios sin puertas, sofás de palets, mesa de bobina, bloques de hormigón vistos, instalación eléctrica vista, iluminación con tiras de leds …

Las ventanas de una hoja son de PVC color negro mate, al igual que todos los mecanismos Jung SL990.  

El alicatado del baño es de la marca holandesa DTILE; se eligió por su fácil mantenimiento, su alta resistencia y su atractivo diseño, pues tiene piezas especiales de borde curvo. Este baño está cubierto por un altillo, donde se ha dejado la chapa colaborante a la vista por la parte inferior.

El Cabanyal va cogiendo forma … muchas gracias a todos los que han colaborado en este proyecto. 

Cedric Bastin

arquitecto

David Zarzoso

fotografía

Ana Montero

fotografía

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